viernes, 8 de abril de 2016

LECTURA: DENOTACIÓN- CONNOTACIÓN

Denotación – Connotación

Concepto

Las palabras del lenguaje humano poseen dos tipos de significado, el denotativo o denotación y el connotativo o connotación. Se llama denotación al tipo de significado de   una palabra que es objetivo y se da en el plano de la lengua.
Connotación o significado connotativo. Es de carácter subjetivo y se da en el plano del habla, porque es el significado personal e individual que le da cada persona concreta en contextos y situaciones determinados y no aparece recogido en los diccionarios.
SIGNIFICACIONES DENOTATIVAS Y CONNOTATIVAS

A) SIGNIFICACIÓN DENOTATIVA:

Es la que expresa directamente aquello de lo sé está hablando; en el sentido recto de las palabras, tiene una sola interpretación.
Ejemplo:

Te compraré un par de zapatos
Tienes los zapatos sucios
Los delincuentes entraron por la ventana
La ventana está limpia.

B) SIGNIFICACIÓN CONNOTATIVA:

Es la que expresa más de un significado. Es el sentido figurado de las palabras. Se utiliza en la literatura, en el cine, en algunos campos de periodismo, el humor, en la publicidad, etc.
Ejemplo:

¿Dónde estás corazoncito?
Vuelve palomita a tu dulce nido
 Madona sigue siendo una estrella

Nota:

TROPOS: (Figuras de significación) Consiste en el traslado de un sentido figurado a las palabras. Entre estos tenemos los siguientes:

a) Sinécdoque: Consiste en usar una palabra por otra que limita o extiende su significado. Designa la parte por el todo o viceversa. Ejemplo:

El acero por la espada
Rompí el auto (Cuando sólo es el motor)
Dos veranos (en lugar de dos años)

b) Antonomasia: Especie de sinécdoque que se utiliza para designar a algo o a alguien por su cualidad representativa. Reemplaza a la designación por excelencia o por naturaleza. Ej.

Peruanita por Ricardo Palma
 Escritora cusqueñista por Clorinda Matto

c) MetonimiaConsiste en dar a una cosa el nombre de otro con la cual aquella tiene una relación como por Ejemplo:

Del efecto por la causa: Eres mi dulce tormento
Continente por contenido: Sírvase un vaso de lactosa
El autor por la obra: Leí a Cervantes

d) MetáforaSignifica “llevar más allá”, “trasladar”, representa en su esencia el sentido figurado, se produce por semejanza o analogía. 

Ej.:
 El crepúsculo de la vida por muerte
La aurora de la vida por nacimiento

Lenguaje denotativo

El lenguaje  denotativo es el lenguaje objetivo, acorde con la realidad; aquel que se emplea para decir las cosas tal como son o se presentan, con toda claridad, con el ánimo de ser entendido por sus oyentes; sin utilizar ningún tipo de simbología.
El lenguaje denotativo se refiere de modo directo a un hecho o a un dato. Lo denota, lo nombra. Se encuentra en textos no-literarios. Éstas son algunas de sus características: Es más importante el significado que el significante. Su intención es transmitir información. Su lectura no puede cambiarse.
Ejemplo: Hoy asistimos al colegio y la primera, es la clase de matemáticas.
Es el uso común y práctico que hacemos del lenguaje. En otras palabras, es el lenguaje base que nos brinda referencias y datos directos, de hechos cotidianos, científicos, culturales, etc. Un teorema matemático o una noticia periodística son ejemplos claros del lenguaje denotativo.

Lenguaje connotativo

El lenguaje es uno solo, pero se habla de dos órdenes de significación, el primero es la denotación, una palabra quiere decir exactamente lo que es. Pero la CONNOTACIÓN, o el lenguaje connotativo (segundo orden de significación) se refiere particularmente a las diferentes acepciones que les damos a las palabras. Por ejemplo: la palabra CABEZA, es una parte del cuerpo humana, pero también es utilizada para decir: la cabeza de familia, la cabeza de la empresa.
Es el lenguaje que va más allá de lo meramente referencial y práctico. Lo connotativo es el lenguaje segundo, o expresivo, porque refleja el mundo interior del hablante. No sólo dice lo que dice, sino algo más. La literatura, la publicidad y las artes en general, utilizan fundamentalmente el lenguaje connotativo.

EJEMPLOS DE DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓN

DENOTACIONES.

El Automóvil: es un carro indispensable que nos sirve para todos los medios que vayamos para una energía para todos.
El celular: es un aparato muy importante para comunicarnos con nuestros familiares.
La televisión: es un método muy importante porque si no estaríamos comunicados de todo lo que pasaría.
Mentira: es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa o parcial esperando que los otros lo crean ocultando siempre la realidad.
Lavadora: es un aparato fabricado con partes.

CONNOTACIÓN.

AUTOMÓVIL: Es para ir a dar la vuelta.
CELULAR: Sirve para mandar mensajes, llamar, fotos, música, videos, juegos.
TELEVISIÓN: Sirve para ver programas o novelas.
MENTIRA: Es la falta de honestidad a alguien que dice cosas por decir sin saber la verdad.
LAVADORA: Sirve para lavar la ropa

La denotación o término representativo
Es preciso distinguir la denotación de la connotación cuando consideramos el problema de la significación.
Se entiende por denotación el contenido puramente representativo y simbólico de un signo, que lo hace útil para designar un determinado referente. Dicho contenido viene dado por el sistema de relaciones y valores que es la lengua, convención que siguen imperiosamente todos los hablantes para comunicarse entre sí.
El diccionario proporciona -o intenta proporcionar- ese significado denotativo de las palabras; por ejemplo, “biblioteca: local donde se almacena un determinado número de libros ordenado para su lectura”, o “examen: prueba que se hace para demostrar aprovechamiento en el estudio”, o la misma palabra “denotar”: “Indicar o significar algo, especialmente alguna señal (ejemplo: “esas palabras denotan su desdén”).”


La connotación o término evocativo
Los signos poseen, además de su significado en la lengua, diversos sentidos que proceden del uso que de ellos hacen los hablantes. Éstos los emplean en situaciones diversas, expresan mediante ellos un mundo subjetivo o intentan actuar con ellos sobre sus interlocutores. Según A. Martinet, connotación es “todo lo que un término puede evocar, sugerir, excitar, implicar de un modo más o menos claro”.
Experiencias, sentimientos, valores, son asociados a los signos que se cargan así de otro significado, el connotativo. La palabra “examen “significa con toda seguridad algo diferente para quien examina y para el que es examinado; la palabra “biblioteca “no sugiere lo mismo a alguien aficionado a los libros que a otro que no suele leer ni acudir a bibliotecas. Ciertamente, unos y otros hablantes comparten el significado denotativo pero, en cada caso, añaden a él diversas connotaciones.
Es seguro que, para un alumno, la palabra “examen” tiene un significado distinto que para el examinador.
Tales connotaciones -muy difícilmente sistematizables- son variadas: axiológicas e ideológicas, es decir, en relación con valores e ideologías (piénsese en las que comportan términos como “patria”, “libertad “o “anarquía”); de procedencia geográfica o social del hablante (“maseta”/”maceta”, “guaje”; “pasma”, “probé”); de edad o profesión (“guateque”, “mates”; “cliente”, “paciente”); de situación de elocución en que el hablante, el oyente, o ambos, se encuentran (“enfadarse”, “sulfurarse”); de afectividad, etc.
Naturalmente, un hablante puede ser más o menos consciente de estar utilizando términos muy connotados cuando dice “albañil”, “catear”, “morro “o “excusado” (“servicio”); uno culto lo será más, en cuanto que reconoce la variedad de la lengua en las distintas situaciones; un hablante vulgar lo será menos, en la medida en que una sola variedad, la vulgar-coloquial, se le presenta como la única posible.

La connotación propia y compartida
La connotación raramente es individual. Puede serlo en los casos excepcionales en que alguien elabora un lenguaje propio (idiolecto), cuyas claves, por otra parte, ha de dar a conocer, so pena de no ser entendido. Ello ocurre a veces en los textos literarios, en los que, en virtud de ciertos usos contextuales y frecuencias de aparición, determinadas palabras alcanzan connotaciones específicas.
Así pues, podría entenderse (el idiolecto) como el conjunto de usos de un individuo (habla de Cervantes, de Cela, etc.) o de un grupo reducido y bien delimitado (habla de Sevilla, de Cádiz, de Madrid).
Pero, por lo general, la connotación es colectiva, y supone alguna institucionalización social: la connotación de un término es compartida por un grupo de hablantes y aun eventualmente por todos; piénsese en la que movilizan palabras como “muerte”, por ejemplo.
La pérdida del valor denotativo
La connotación puede en ocasiones recubrir casi totalmente el significado denotativo, el núcleo conceptual básico de una palabra. Incluso a perderse la denotación a través de la historia para conservarse la connotación como único referente.
En la lengua coloquial, palabras que se usan como insultos han perdido el valor denotativo que tienen en la lengua para poseer sólo el connotativo, la intención insultante que quien los profiere pone en ellos y que entiende perfectamente el destinatario (por ejemplo, “¡taxista! “Dicho a un conductor que conduce imprudentemente).
Palabras, en fin, como “comunismo “o “capitalismo “hacen que quien las oye tienda instintivamente a ponerse a favor o en contra, sin reparar en sus significados denotativos, muy complejos y polémicos, que quedan prácticamente borrados.












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